Muchas de las personas que asisten a una cita con algún especialista en salud oral, suelen presentar dudas o inquietudes sobre las sustancias y los procedimientos que se prescriben para mantener una adecuada higiene bucodental (dientes, encías, lenguas y partes internas de mejillas). Entre las consultas más comunes se encuentra la relativa a la utilización del flúor, como parte de la rutina diaria de cepillado o como recurso en algún tipo concreto de tratamiento odontológico. En la Clínica Dental Acacias, tenemos la solución a todas estas consultas.
Pero antes de detenernos en mayor profundidad sobre la forma en la que este compuesto actúa, veamos su naturaleza y composición.
¿Qué es el flúor?
El flúor es un elemento químico del grupo de los halógenos que se presenta con bastante frecuencia en la naturaleza, principalmente en la corteza terrestre y en grandes extensiones de agua salada. La forma más común en la que se suele encontrar es en su ion fluoruro y, muy rara vez, en su estado puro. Algunos alimentos, tales como pescados, pollo, coles, lechugas, espinacas, trigo, arroz y algunas frutas, pueden contenerlo en mayor o menor cantidad.
Entre los usos industriales más comunes del referido halógeno, puede emplearse para actividades tan diversas y distintas como enriquecer uranio, elaborar teflón, tratar superficies, catalizar reacciones, aumentar la fluidez del vidrio o procesar aluminio, entre muchas otras. Cuando el flúor se presenta en estado puro, puede ser muy reactivo y peligroso, por lo que la mayor parte del tiempo se une con otros minerales o sustancias.
Algunos países han adoptado la medida de aplicar dicho químico a las fuentes de agua pública, con la finalidad de hacerlas aptas para el consumo humano y potenciar la salud bucal de sus ciudadanos.
El flúor en la salud bucodental
En el ámbito de la odontología, suelen utilizarse geles, colutorios o barnices que contienen una combinación de moléculas de flúor con otros elementos químicos. Entre las fórmulas más comunes que se suelen utilizar por parte de los profesionales de este ámbito, encontramos el fluoruro de sodio y algunos fluorofosfatos.
Propiedades anticaries
Ambas formulaciones anteriores son ampliamente reconocidas como poderosos agentes antisépticos y antibacterianos. Actúan destruyendo varios microorganismos dañinos que pueden alojarse en nuestros dientes o encías, tales como lactobacilos y estreptococos mutans. Estos dos patógenos se han identificado como los principales promotores de las caries y otras afecciones bucales.
Resulta oportuno aclarar que las investigaciones realizadas por instituciones de gran renombre a nivel internacional, han constatado que, para que el fluoruro resulte efectivo en la prevención de caries, debe emplearse con regularidad, como parte de nuestra rutina de higiene bucal.
Protector del esmalte
Otra de las propiedades de este compuesto sobre nuestra salud, radica en que protege el esmalte de los dientes por más tiempo. Esto es posible gracias al proceso de conversión de hidroxiapatita (componente mayoritario en la conformación del esmalte) en fluorapatita, a través de la acción del flúor. La fluorapatita resulta más resistente ante el fenómeno de la descalcificación ósea, proceso que debilita los huesos y dientes, haciéndolos más susceptibles de sufrir fracturas.
¿Puede afectar el flúor a la salud?
A pesar de que se han comprobado, desde hace más de un siglo, las bondades del flúor en el cuidado de la salud bucal, aún existen personas que se preocupan por los posibles efectos secundarios adversos o alteraciones de salud importantes que puedan producirse a causa de su utilización por tiempo prolongado.
Algunas de estas impresiones no tienen un fundamento real y suelen basarse en rumores o hechos sin confirmar. No obstante, existen algunas condiciones adversas asociadas a la utilización del flúor, que ocurren cuando se excede la dosis recomendadas, se utiliza este tipo de elemento químico en preparaciones que no han sido aprobadas por las autoridades nacionales de salud, o su aplicación se realiza sin la supervisión de un médico, odontólogo u otro especialista en el área de la salud.
Pureza del flúor
En primer lugar, algunas personas señalan que el flúor puede generar efectos dañinos de gran importancia para nuestra salud, a raíz de que, cuando este se encuentra en estado puro y entra en contacto con la piel humana, puede generar quemaduras de gran intensidad. Bajo este argumento, se ha intentado extrapolar los daños que este componente ha causado en algunas personas a potenciales efectos perjudiciales que podrían causar la utilización de dentífricos u otros productos que contienen el químico.
Esta afirmación no cuenta con ninguna base científica, teniendo en cuenta que, en la naturaleza, se acostumbra a conseguir dicho químico en forma de fluoruro, no como flúor piro, y es el fluoruro el que se emplea en dentífricos y otras soluciones para la higiene bucodental. Bajo ningún concepto se emplea su modalidad más reactiva y peligrosa.
Por otra parte, la historia ha comprobado que muchos de los químicos que resultan peligrosos para la salud en su estado puro, pierden esta característica, al interactuar con otros. Incluso muchos de ellos pueden resultar grandes aliados para nuestra salud si se procesan correctamente y se utilizan según las recomendaciones de los especialistas.
Toxicidad
Un aspecto potencialmente negativo del flúor, que ha sido constatado por parte de la ciencia y ha generado gran alerta entre las personas alrededor del mundo, estriba en su posible toxicidad. En tal sentido, se ha comprobado que la dosis mínima que puede resultar tóxica es de 5 mg por cada kg de peso de la persona que lo consuma. En consecuencia, una persona cuyo peso se ubica en los 60 kg podría resultar intoxicada al consumir 300 mg del halógeno.
Cabe destacar que en las pastas dentales o colutorios para adultos que se encuentran con mayor frecuencia en el mercado, la concentración de fluoruros se encuentra en niveles muy bajos por cada gramo de producto. Si estos productos se emplean bajo las instrucciones que establece el fabricante, resultan completamente inofensivos. En cuanto a los niños, estos pueden intoxicarse con menos cantidad de flúor que los adultos, sin embargo, no existe ningún peligro si utilizamos pastas dentales con poco flúor, especialmente elaboradas para ellos.
Los principales síntomas de intoxicación por fluoruros, son: Dolor abdominal, diarrea, cefaleas, náuseas, temblores y debilidad. Así que, si tú o alguno de tus familiares presentáis alguno de estos síntomas y sospecháis que es debido a una posible intoxicación por flúor, acudid inmediatamente al médico.
Fluorosis
Esta anomalía en la formación del esmalte ocurre con mayor frecuencia en aquellos países cuya agua potable fluorada contiene concentraciones muy altas del químico y, en especial, afecta a los niños o jóvenes. Las principales consecuencias de este tipo de alteración se manifiestan en la apariencia de los dientes. Los principales síntomas que observamos por la fluorosis son la formación de líneas, estrías o manchas en el esmalte dental, o alteraciones en la forma del diente que se está desarrollando.
Por otra parte, tiene implicaciones de tipo funcional, pues puede llegar a fomentar la aparición de caries y provocar la descalcificación de las piezas dentales.
¿Cómo utilizar el flúor?
Como la ciencia ha demostrado, la utilización de soluciones fluoradas para el cuidado de nuestra salud bucodental resulta casi imprescindible. El flúor refuerza la estructura del esmalte y elimina los microorganismos que se relacionan con procesos de degradación de las piezas dentales. Siempre debe utilizarse con moderación, y bajo la estricta supervisión de odontólogos. Por ello, te invitamos a evitar los excesos en el uso de este químico y a informarte sobre las mejores formas para garantizar tu higiene bucal y la de tu familia, teniendo en cuenta las condiciones específicas de cada uno.
En la Clínica Dental Acacias, gracias al tratamiento cercano y personalizado que ofrecemos a todos nuestros pacientes, contarás con los mejores profesionales.
Consúltanos si tienes cualquier duda, estaremos encantados de resolverla.